LAS ENEGIAS ALTERNAS |
Antes de comenzar esta sección, se recomienda revisar la sección Energías, donde se da una introducción al tema de las energías alternas Tanto por razones económicas (próxima escasez de hidrocarburos) como ecológicas (alteración de la atmósfera y el suelo), es imperativo el desarrollo de nuevas alternativas energéticas , que sean menos agresivas contra el ambiente y de continuidad ilimitada. El actual esquema de consumo energético, simplemente no es sustentable, es decir, no puede mantenerse indefinidamente sin amenazar su propia existencia Así mismo se da conocer como energía no renovable aquella que se encuentran en forma limitada en nuestro planeta y se agotan a medida que se les consume. Está almacenada en cantidades inicialmente fijas, comúnmente en el subsuelo. Las reservas disponibles están sujetas a la factibilidad técnica y económica de su explotación, al descubrimiento de nuevos yacimientos y al ritmo de extracción y consumo. Otro tema de especial interés al hablar de energías renovable es el del desarrollo sostenible ó sustentable. Para tener un esquema de desarrollo sustentable es indispensable que la mayoría de los recursos, y particularmente la energía, sean del tipo renovable. La principal fuente de energía renovable es el Sol. El Sol envía a la Tierra únicamente energía radiante, es decir, luz visible, radiación infrarroja y algo de ultravioleta. Cuando el cielo está claro y el Sol cae verticalmente sobre la Tierra , llega un promedio de 870 vatios por cada metro cuadrado, en forma de radiaciones electromagnéticas, Luz visible, infrarroja y ultravioleta. Esta cantidad equivale al consumo diario medio del habitante de un país desarrollado. A mayor altura sobre el nivel del mar la radiación es un tercio más intensa; en el espacio es un 50% aún mayor. Partiendo de éstos datos se puede realizar la siguiente estimación: para cubrir los requerimientos de energía de la humanidad, con la tasa de población actual, bastaría con cubrir una zona propicia de 100.000 kilómetros cuadrados de extensión (1/8 de la superficie del desierto del Sahara) con colectores solares fotovoltaicos y almacenar la energía así obtenida. Es decir que el 0,4 por mil de la energía que se recibe del Sol diariamente sería suficiente. Este cálculo se ha hecho en función de los avances tecnológicos obtenidos y suponiendo un 20% de rendimiento en el proceso de transformación de la energía. Sin embargo, en la atmósfera se convierte en una variedad de efectos, algunos de los cuales tienen importancia como recurso energético, tal es el caso de la energía eólica, la energía de la biomasa, la diferencia de temperaturas oceánicas y la energía de las olas. La energía solar y la geotérmica son un caso aparte, puesto que ninguno de los dos casos puede hablarse de regeneración, sin embargo entran en el grupo de energías renovables por tener muchas características en común. Fuentes de energía tan antiguas como la radiación solar, el viento, los combustibles vegetales, las mareas o las aguas termales, vuelven hoy a ser la reserva más importante de energía, con el añadido del hidrogeno y, en un plazo más largo, el de la fusión nuclear, tales fuentes de energía son inagotables. Estas energías pueden sustituir los combustibles fósiles en la producción de calor y electricidad o como carburantes para vehículos, con la ventaja de no ser contaminantes; las dificultades técnicas que plantea su uso son mínimas en cuanto a la adaptación de quemadores, calderas y motores, pero ya no lo son tanto en lo que respecta a la obtención eficiente de hidrógeno, aunque este proceso aun se encuentra en fase de crecimiento y desarrollo como para implantarse por completo. La energía del mar se puede convertir en electricidad siguiendo los mismos principios que en las centrales hidroeléctricas; ahora bien, aún están por desarrollar soluciones apropiadas a la dureza del medio marino y mejorar el conocimiento de la dinámica del mar en las zonas litorales. En cambio, la energía geotérmica y, sobre todo, la solar y la eólica ya tienen una aplicación inmediata a gran escala para calefacción e instalaciones eléctricas de baja potencia, o sea, para usos locales y descentralizados, pero no ocurre lo mismo con la conversión de las energías eólica y solar en electricidad para aplicaciones de alta potencia, quizá la mas desarrollada hasta ahora a nivel de gran producción sea la energía eólica. Resumiendo, podemos notar que el sol es la fuente energética por excelencia en la tierra, no solo por su aplicación directa sino que representa la fuente de otras manifestaciones energéticas de tipo renovable, a excepción quizá de la geotérmica. Las manifestaciones más importantes y de mayor estudio actualmente en el campo de las energías alternas las podemos agrupar en: Energía Solar Directa (fotovoltaica y térmica).
Energía Hidráulica (microhidráulica).
Energía Mareomotriz . Energía Geotérmica. Energía a partir de pilas de combustible utilizando hidrógeno. |