Artículo de opinión: Profesor Pedro Morales

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La ruta de la Trasandina, la troncal 7, la vía Santa Cruz de Mora-Tovar-Bailadores-La Grita-El Cobre-San Cristóbal, comparte en lo retrospectivo un conjunto de elementos comunes en lo geográfico, político-administrativo e imaginario social: desde la misma época de la colonia, pues integraron la Provincia (Gobernación / Capitanía General) del Espíritu Santo de Mérida y La Grita.

Sin embargo, aunque este territorio desde el punto de vista legal-formal, presenta en la actualidad una dicotomía en lo jurisdiccional/competencia, desde la perspectiva histórica y pragmática, su realidad social ha mostrado a través del tiempo/espacio, una evidente unidad sinérgica entre naturaleza, sociedad y cultura, tales como: su condición innata de ser esta una región tradicionalmente agrícola, con extraordinarias ventajas comparativas/competitivas, significativos niveles de productividad de los factores económicos invertidos, potenciador del producto Interno bruto y de calidad ambiental, etc.; los inconmensurables valores de uso de los recursos naturales y servicios ambientales que posee y genera esta reserva natural (favoreciendo la actividad turística); y finalmente con un tesoro de moral, ética y religiosidad representado en su noble y digna población (voluntariosos para el trabajo y aplicados en el estudio pertinente).

Respecto a esta tierra sagrada y bendecida por Dios, es oportuno reseñar que en el plano de una “actitud contemplativa y de observación participante”, se logra inducir un proceso de remembranza que activa en la memoria: la concepción originaria que recibe la tierra y agricultura en la “Sagrada Biblia” (Gn 2,4-25). “Yahvé tomó, pues, al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara”; la exaltación de la “madre tierra” y del ser humano que convive con ella, expresada en la obra de Don Andrés Bello “Silva a la agricultura de la zona tórrida” (1826); la descripción de la actividad agrícola narrada en “Las Geórgicas” (29 A.C.) del poeta romano Virgilio; la teoría fisiocrática (siglo XVIII), al establecer en sus postulados, que el “gobierno de la naturaleza” y la dinámica agropecuaria , son las bases que sustentan la riqueza de los países ; y, la urgente necesidad de “Sembrar el Petróleo”, partiendo del progreso agroindustrial (Arturo U. Pietri, 1936).

Finalmente, y tomando como referencia la teoría de la “Consumición Turística” (Krapf ,1.953) “The American likes to look at nature and has never insisted that it be chuttered up with castles” (“Al americano le gusta observar la naturaleza y jamás cree que pueda ser mejorada con castillos”), la cual también se constata para el caso venezolano, en el todo el trayecto que conduce a la “Villa del Espíritu Santo” de La Grita o la “Atenas” del Táchira, la postura de conocimiento en la mayoría de los casos se orienta en “mirar-admirar-disfrutar”, y por tanto, “hacer manifiesta la naturaleza de esta realidad”: sintetizada en la sublime y mística expresión bíblica “Alfa y Omega”, además consagrada en la imagen del “Santo Cristo”, que reposa en su recinto o santuario natural de la Basílica Menor del “Espíritu Santo” de La Grita, el cual con fervorosa devoción, millones de visitantes llegan año tras año ante su altar. Pedro Morales Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.